La recogida de chatarra en Segovia permite poner a buen recaudo los residuos de demolición para llevarlos a una planta de recuperación. Entre estos residuos destacan los áridos como el hormigón, el ladrillo y la piedra, pero los metales también son una parte importante del total. ¿Qué pasa con ellos?
Como sabrás, los residuos de metal procedentes de una construcción pueden ser variados tanto en funciones, como forma y material. Por ejemplo, puedes encontrar los restos de la carpintería de aluminio, es decir, las ventanas y sus marcos de este metal. También está el acero de las vigas y el encofrado. O el cobre del cableado. Y los metales que se puedan encontrar en las canalizaciones como, por ejemplo el plomo, si es que el edificio era antiguo y sus tuberías no se habían reformado.
Con la recogida de chatarra en Segovia puedes acumular estos y otros metales y las empresas de recogida autorizada se harán cargo para su posterior recuperación. El aluminio y el acero, por ejemplo, son metales que se pueden reciclar ilimitadamente. Esto quiere decir que, en el proceso de recuperación, no se pierde calidad y el metal reciclado conserva todas sus características, como si estuviera recién refinado tras su extracción de la mina.
Sea aluminio, acero, cobre o cualquier otro, el metal se separa por diferentes medios, como los magnéticos (no todos los metales se ven atraídos por los imanes, lo que permite su separación), y se llevan a las plantas donde serán fundidos y se eliminarán todas las impurezas posibles. Al final volverán a tener el aspecto de un metal listo para la fabricación de otros bienes: lingotes, bloques, bobinas o cilindros, según sea el caso y el destino.
Así, los metales de demolición se convierten en utensilios, coches, aviones o en vigas, cables y tuberías, porque como ya hemos dejado claro en otras entradas cualquier tipo y forma de reciclado es fundamental para el medioamabiente. Cuenta para estos trabajos con Recuperaciones A. Sánchez.